La idea se explica sola. La misión de este formato es educar acerca de un tema. Cada episodio debe estar enfocado en algún tema específico y dejar una enseñanza al final, algo que pueda resumirse en tips o enunciados que ayuden a resumir lo aprendido. Si la información que tienes es valiosa, aunque sea sobre algo considerado de nicho, los oyentes volverán por más.
De hecho, el podcast es un excelente formato para aprender algo pues pueden escucharlo mientras hacen cualquier otra cosa. Un buen ejemplo de esto son los programas que enseñan idiomas. Cada episodio tiene un vocabulario y gramáticas específicos a enseñar, incluyen algunos ejercicios y fuentes bibliográficas para profundizar en el tema.
Un podcast educativo tiene quizá un tiempo de vida útil más largo que en cualquier otro formato. Siempre será útil. Además, como se trata de contenido educativo, puedes crear materiales complementarios como manuales, ejercicios, tutoriales y demás. Puedes compartir en tus redes o site, generando más tráfico y dándole valor agregado a tu programa.
Por supuesto, los podcasts educativos también suponen un riesgo porque hay temas que requieren imágenes para ser más comprensibles, sin contar que hay que tener claro qué es lo que enseñaremos y eso toma tiempo y trabajo. Eso no es necesariamente algo malo, pues nos obligará a ser más creativos sobre cómo presentaremos el producto final.